lunes, 6 de mayo de 2013

Terceros....



De una conversación releída y haciendo uso del ya conocido recurso del leer entre líneas, brotan varias historias. De esas, en estos momento solo quiero recordar la del “me dijeron”,  el me dijeron y él no les creo, o el últimamente común ¿eres o no eres?

Y es que hablar es fácil, oír lo que los demás tienen para contarnos lo es aún más, pero ¿no estamos acaso en la obligación de quedarnos siquiera  con el beneficio de la duda?

Solo puedo decirte que me parece bien que escuches lo que los demás tienen para contar; dado que yo también lo hago; pero eso sí, asegúrate de no olvidar a ninguno.

Toma en cuenta la voluntad de tus ojos, que vivaces brillan al cruzarse con los míos; o la de los míos, que indecisos tratan de esquivar el poder de los tuyos.

Recuerda la opinión de tus oídos, que atentos reciben cada palabra; solo para confabularse con tu lengua; que a la vez dejara salir otra aún más encendida. O lo que tienen por decir los míos, que aun sabiendo la verdad deciden escuchar cada mentira.

Tampoco te olvides los susurros de tus manos, que traviesas buscan a las mías; o el leve comentario de las mías, mientras infructuosamente tratan de escurrirse de la presión de las tuyas.

Por último, toma en cuenta la opinión de tus labios, que ansiosos buscan a los míos; o la de los míos, que al sentirte cerca se rinden ante los tuyos.

Ahora ya lo sabes, si piensas escuchar a terceros, asegúrate de no olvidar ninguno...
"These bonds are shackle free, wrapped in lust and lunacy.
Tiny touch of jealousy, these bonds are shackle free."  

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