miércoles, 17 de abril de 2013

Nuevos sueños




Después de meses de pensar, soñar, idealizar y porque no reconocerlo, llorar también; finalmente la decisión está tomada. En un rincón de la memoria están guardados los recuerdos, al igual que en un rincón de la casa, los peluches y detalles que brotan de este hoy retorcido cuento.

5 años que repiten la misma historia, 2 con esta sensación, 2 de vacío y duda; y uno que quizás fue el mejor, uno en que la amistad y compañerismo eran los únicos lazos. La vida pasa y pasa y las cosas no cambian, el dolor permanece, las dudas no se disipan, muy por el contrario aumentan y torturan como cadenas que te atan el alma. El tiempo no regresa, y aunque los recuerdos buenos superen a los malos, y aunque el libro prometa ser el mejor, siempre hay una última página en la que muy a pesar nuestro los misterios se develan y las pastas se cierran.

Hoy a vísperas de ser lo que soñé ser, y sin llegar a ser lo que planeaba ser (yo me entiendo), los puntos suspensivos están de más,  el veremos, el último intento, las ultimas fuerzas, el haz debajo de la manga; todos han sido usados. Todos como las armas dentro de una feroz guerra, todos fueron siendo expuestos uno a uno hasta ser agotados, y así se acabaron los pretextos, los mañana, los quizás y los una vez más, hasta que solo queda un “así debe ser y así será”.

Los más cercanos están aburridos ya de los infinitos actos que fue tomando la obra, y de las vueltas que tomo cada acto;  es cuando hago aparición en medio de mi mundo y digo  con todo el dolor que brota de mi que ¡Ai shiteru ha muerto!
Es en el final de la obra cuando muere; todo este tiempo estuvo herida, incomunicada, secuestrada para que no sufriera daños; más aún y todo, terca como fue, aguardo,  espero ansiosa, pidió, rezo y soñó, más la espera se hizo eterna...

¡Adiós Ai shiteru, adiós!

Es hora de empezar a seguir nuevos sueños, es hora que la neblina se aparte y llegue el sol y el calor que tanto has deseado. Perdóname por no saberte cuidar, y perdóname también por no haberte sabido dar a tiempo una nueva razón por la cual pelear.



Tu presencia aquí me está matando…sentirte a la mitad.... 
Hoy te dejo en libertad....

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