viernes, 6 de agosto de 2010

Quien diría.....




Eras mi sueño perfecto, cada noche solía encontrarte en el mismo
sitio y a la misma hora, dormir era mi único desahogo en los
momentos de mayor perturbación, solía nadar en un mar lleno de
luces de colores, y en cada una de ellas me perdí buscando el
camino...

Alguna vez te pedí que de una vez por todas me sueltes y me dejes
caer en la penumbra, te dije que eras en mi vida un fugaz
resplandor de amor, que yo me quedaría ahí quieta y muda
contemplándote la vida entera y que no tenias idea de lo que se
convertiría mi mundo sin tu ternura, pero que marcharía y no
dejaría mas cuentos de princesas y sapos regados por el camino...

Aquel día me regalaste un abrazo y entre lagrimas recuerdo cada
beso, y solo pude decir gracias por ser tu y gracias por
convertirte en el motivo por el que despliego mis alas, porque lo
demás ya lo sabías, siempre has sabido que es tu bello rostro
el que consigue los innumerables vuelcos de mi alegre corazón,
que si cada día estoy más loca es culpa tuya, que estas surcando
un camino con pasos hechos en tinta indeleble pero que yo muero
por seguir cada día del resto de mi vida...

Ahora me conoces lo suficiente como para saber que no necesito
hablar para decir que me duele, que no necesito derramar lagrimas
porque ya sabes que estoy llorando por dentro, ya sabes lo feliz
que estoy contigo cerca, aunque también sabes lo adictivo que me
eres, sabes que por más que digas ser fiel me es difícil seguir
así, me es difícil no sentir celos rabiosos, celos de la sonrisa
de tu boca, celos de las miradas de tus ojos, aunque lo que menos
quiero es que se arruine, porque sin duda es mejor que todo lo
que he tenido jamás, porque tus manos son el sustento perfecto
para mis peores momentos...

Hoy no quiero despertar, no quiero que nunca dejes de tener ganas
de mis besos, que no se acabe mi cupón de abrazos, que vengas a
buscarme y me sorprendas; que al irte de la ciudad no dejes de
pensarme, que me encuentres en cualquier parte, que tengamos más
que fotos con los ojos, que no seas de a ratos, que seas todo el
tiempo, que me sucedas siempre.

Y sigo en este crimen, preguntándome a cada instante si es
posible quererte un poquito más sin que por eso se me condene a
muerte, mas no encuentro explicación ni mucho menos respuesta...

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